El
Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta temprana por olas de
calor y salud. En Capital, gran parte de la provincia de Buenos Aires y
varias zonas del país hay alerta naranja. Los bebés y niños son uno de
los grupos más vulnerables. La prevención es fundamental para no sufrir
un golpe de calor.
El
Hospital Garrahan recomienda a la población tomar las medidas
necesarias para evitar golpes de calor y descompensaciones en bebés,
niños, niñas y adolescentes, especialmente en aquellos que sufren
enfermedades crónicas, ante la alerta naranja por la ola de calor
declarada por el Servicio Meteorológico Nacional para varias zonas del
país. La hidratación para bebés y niños debe realizarse en forma más
seguida que en días comunes.
El
golpe de calor puede afectar a personas de cualquier edad, pero los
grupos de mayor riesgo son los niños -que no manifiestan sus síntomas
con facilidad- y los mayores de 65 años. En el caso de los bebés y niños
es importante fomentar el consumo de agua, ofreciéndoles de beber en
forma frecuente; evitar el consumo de gaseosas y de comida chatarra;
controlar la exposición al sol, evitándolo completamente en las horas
críticas (10 a 16hs.).
"A
medida que aumentan la cantidad de días seguidos muy calurosos el
riesgo es mayor para los niños y los adultos mayores", destacó el
pediatra Marcelo Andrade, jefe de clínica de Consultorios Externos del
Hospital Garrahan, y afirmó que "los chicos con enfermedades crónicas,
como diabetes, cáncer infantil, enfermedades poco frecuentes, entre
otras, pueden sufrir complicaciones".
La
prevención es la medida fundamental para evitar efectos sobre la salud
ante las altas temperaturas. "Quedarse en un lugar fresco, en reposo,
sin hacer esfuerzos físicos, evitar el sol, hidratarse más seguido que
lo habitual, usar ropa ligera y de colores claros, postergar actividades
en la calle para otros días", enumeró Andrade como las medidas
fundamentales para cuidar la salud. Los niños pueden jugar en el agua o
con agua, a la sombra, pero siempre con la supervisión de un adulto
responsable.
Es
muy importante no dejar a los bebés o niños dentro de vehículos, bajo
ninguna circunstancia ni por ningún lapso de tiempo, por mínimo que sea.
La temperatura dentro de un vehículo sube mucho más rápido que afuera.
El golpe de calor es peligroso para la vida y sucede cuando el cuerpo no
puede enfriarse lo suficientemente rápido. En este sentido, hay que
tener en cuenta que el cuerpo de los niños se calienta de tres a cinco
veces más rápidamente que el de los adultos.
Los
síntomas a tener en cuenta -y que deben motivar la consulta al pediatra
de cabecera o centro de primeros auxilios más cercano- son:
-Temperatura corporal elevada
-Pulso acelerado
-Piel seca, roja y caliente
-Dolor de cabeza
-Sensación de fatiga
-Náuseas y/o vómitos
-Somnolencia y, en casos extremos, pérdida de conciencia.
-Calambres musculares
-Decaimiento en bebés
Ante alguno de estos síntomas, es importante:
-Trasladar al afectado a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo.
-Hacer que mantenga la cabeza un poco alta, e intentar refrescarlo mojándole la ropa, aplicarle hielo en la cabeza.
-Darle de beber agua fresca o un poco salada.
-Solicitar ayuda médica.
-En caso de urgencia llamar al 107 (SAME).
Medidas de prevención:
-Tomar agua en forma abundante y frecuente durante todo el día.
-Evitar las comidas abundantes. Preferir alimentos frescos, como frutas y verduras.
-Evitar las bebidas muy dulces (gaseosas, por ejemplo) y las infusiones calientes.
-Usar ropa suelta, de materiales livianos, porosos y de colores claros.
-No realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos (evitar deportes al sol).
-Tomar líquido antes de comenzar cualquier actividad al aire libre.
-Protegerse del sol poniéndose un sombrero o utilizando sombrilla.
-Usar cremas de protección solar factor 50 más y renovar cada 4 horas.
-Evitar juegos en espacios cerrados sin ventilación.