En medio de un escándalo, Carrió pidió que se
levantara, ante las acusaciones de la oposición por el dudoso quórum y
la represión en los alrededores del Congreso.
La sesión especial para debatir la reforma previsional en la Cámara de
Diputados fue levantada este jueves en medio de un escandaloso marco
dentro y fuera del recinto, que incluyó gritos, empujones e insultos por
parte de los legisladores opositores.
Al poner en duda la cantidad de diputados con los que el oficialismo
alcanzó el quórum y criticar que el tiempo de demora para lograrlo fue
mayor al permitido, los diputados de la oposición reclamaron suspender
el debate apenas comenzado.
En medio del escandaloso escenario, la líder de la Coalición Cívica y
diputada oficialista, Elisa Carrió, pidió levantar la sesión especial.
"Lo peor que puede hacer una cámara de Diputados es sesionar en este
ambiente de violencia que no ha sido generado por el interbloque de
Cambiemos", dijo Carrió.
En ese sentido, sostuvo: "La violencia se opone a la Constitución y la
paz, y como nosotros rechazamos a violencia, yo le pido al señor
presidente que levante esta sesión escandalosa".
"Nosotros no vamos a contestar a su violencia con nuestra violencia",
apuntó y confió: "Vamos a ganar esta votación, esta semana o la otra. Va
a haber compensación a los diputados", ante los gritos y quejas de
legisladores de la oposición.
Anteriormente, el oficialismo había logrado quórum para debatir el proyecto oficial luego de más de media hora.
Sin embargo, la diputada nacional Victoria Donda, denunció: "Estaban
sentados diputados que no podían estar porque no habían jurado".
El diputado nacional por el Frente Renovador Felipe Solá cuestionó: "Si hubieran tenido quórum, estaríamos sesionando ahora".
El diputado del Frente para la Victoria Axel Kicillof criticó: "Es
escandaloso querer hacer una sesión en este Congreso con Diputados en
enfermería. Nunca pasó".
N.A.