Un equipo especializado del
ministerio de Salud bonaerense puso en marcha una iniciativa dirigida a chicas
y chicos de cuarto y quinto año del secundario, con la idea de visibilizar la
violencia de género desde la adolescencia. El último encuentro tuvo lugar en
una de las escuelas de verano que funciona en Santa Clara del Mar, partido de
Mar Chiquita, bajo el título de “Violencias en los noviazgos”.
Con estos talleres,
explican, se busca “sensibilizar a los jóvenes desde muy temprana edad para que
sepan identificar las múltiples formas de la violencia de género”, y dejar en
claro que no solo se manifiesta a través del golpe. Los especialistas insisten
en que “la mayoría de las veces el maltrato se inicia con manifestaciones de
celos y control y hoy, esta tendencia se traslada a la vigilancia a través de
las redes sociales”.
La Organización Mundial de
la Salud indica que 3 de cada 10 adolescentes denuncian haber sufrido violencia
durante el noviazgo. “Una frase en la que insistimos es la que dice ‘no es no’.
Aprender este concepto y que el varón lo lleve a la práctica desde muy temprana
edad es clave para evitar la violencia, el sometimiento y comprender que
cualquier cosa que hagamos en pareja tiene que contar con el consentimiento de
ambas partes”, advierte Carmen Storani, directora provincial de Salud
Comunitaria y Entornos Saludables y No Violentos del ministerio de Salud
provincial, quien está a cargo de esta iniciativa que se inició en septiembre.
El equipo que Salud envía a
las escuelas está conformado por trabajadoras sociales, psicólogas, abogadas y
antropólogas, quienes ya pasaron por escuelas de Las Flores, Brandsen y, hace
unos días, por Santa Clara del Mar. La idea es llevar la experiencia a dos
distritos bonaerenses por mes durante todo el año.
Verónica Spinelli, directora
de Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género del Ministerio insiste
en la importancia de visibilizar que la violencia no se limita a la agresión
física. Por eso, durante los encuentros, se hace hincapié en las señales de
alerta que constituyen formas “sutiles” o encubiertas de violencia, como pedir
la contraseña de Facebook o de cualquier otra red social a modo de “prueba de
amor”, exigir que se eliminen contactos, revisar el celular o ejercer presión
para mantener relaciones sexuales.
CANCIONES
SEXISTAS
Para romper el hielo, en los
talleres se emplean varias canciones que los adolescentes escuchan y bailan en
el boliche. “Muchas de esas letras ponen en evidencia la violencia machista y
colocan a la mujer en posición de objeto del que el hombre puede sentirse dueño”,
comenta Spinelli.
Así, los adolescentes
analizan canciones conocidas de Maluma, Café Tacuba, Amaral y Juanes, entre muchos
otros. “Esto abre el debate y nos permite conversar sobre el rol que se le da a
la mujer, sobre las iniciativas que se le atribuyen al varón y sobre los tipos
de violencias que asoman en esas historias”, concluyó Spinelli.