Las
Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB) son la principal causa de
internación en menores de 2 años durante la época de frío. Este año
circula una cepa especialmente fuerte y se espera que la epidemia de
influenza y bronquiolitis sea muy agresiva. El Hospital Garrahan sumó 60
camas para hacer frente a la contingencia respiratoria.
El
Hospital Garrahan realizó una reestructuración y reorganización
integral de su modalidad y espacios de atención de demanda espontánea y
urgencias para hacer frente a la epidemia de Infecciones Respiratorias
Agudas Bajas (IRAB), en especial la bronquiolitis, que se espera sea la
más grave de los últimos años en el hemisferio sur.
"Para
la pediatría el invierno siempre ha sido difícil. El Garrahan no es una
excepción: la sobreocupación por las infecciones respiratorias han
llevado a que los pacientes sean atendidos en condiciones que no son las
ideales, ocupando pasillos y hasta camas de internación reservadas para
situaciones más complejas", destacó el presidente del Hospital, Carlos
Kambourian, y anunció: "Nos propusimos que esto no suceda más y
construimos un espacio exclusivo para afrontar los cuadros estacionales.
Por primera vez la previsibilidad le gana a la epidemia".
La
medida principal fue la construcción de un espacio para atender los
casos respiratorios más graves en menores de 2 años: se trata de la
flamante Unidad de Contención Estacional (UCE), un espacio reciclado a
nuevo que significa un plus de 40 camas para el hospital pediátrico y
que fue inaugurado esta semana. La nueva UCE se suma así a las camas del
Servicio de Emergencias del Garrahan y a otras 20 camas contratadas por
la institución en el Hospital Militar.
"Creamos
un Comité de Crisis que planifica las acciones para afrontar la
epidemia, diseñamos un nuevo espacio donde antes funcionaba un archivo,
coordinamos el trabajo en red con los hospitales de la ciudad y el
conurbano", enumeró Kambourian como parte del trabajo que el Garrahan
realiza mientras se espera que de mayo a octubre se produzca un brote de
bronquiolitis y otras infecciones respiratorias, según lo sucedido
epidemiológicamente en el otoño/invierno pasado del hemisferio norte.
"Se
espera que la cepa de virus predominante sea la H3N2 que es la que
ocurrió en el hemisferio norte, pero no se puede descartar que haya una
proporción de virus de gripe de la cepa pandémica, H1N1", afirmó la jefa
del Servicio de Epidemiología e Infectología del Garrahan, Rosa
Bologna. También destacó que "la cepa H3N2 que ha circulado en el último
tiempo es más agresiva porque ha ocurrido un pequeño cambio en su
conformación y la población no tiene defensas para esta nueva cepa
cambiada". Y concluyó: "puede decirse que esperamos una gripe mucho más
grave que en otros años".
La
infecciones respiratorias son uno de los mayores desafíos de la salud
pública y también una de las mayores preocupaciones de madres, padres y
pediatras de bebés y niños pequeños durante los meses de otoño e
invierno. Este año se espera que la epidemia por bronquiolitis y gripe
sea la más grave de los últimos tiempos y, por ello, el Hospital
Garrahan tomó una serie de medidas para afrontar la situación sin
comprometer la calidad de atención que lo caracteriza.
Unidad de Contención Estacional
La
flamante UCE del Garrahan fue construida por personal de la gerencia de
Infraestructura Mantenimiento con recursos que ya existían en el
Hospital y fueron reciclados, como las camas de internación, los mesadas
de acero inoxidable, los muebles, entre otros elementos. Cuenta con
700m2 y 40 camas de internación, todas con oxígeno. Para su
funcionamiento se contrataron 40 profesionales de enfermería y será
coordinado por el Comité de Crisis para afrontar las epidemias
estacionales. Se estima que más de 10.000 bebés y niñas y niños pequeños
sean atendidos en este nuevo espacio desde mayo a octubre.
La
UCE funciona en la planta baja del Hospital, en una amplia sala donde
antes se encontraba el archivo de historias clínicas. Su construcción
significó un ahorro de 63 millones de pesos para el Hospital, ya que la
obra -valuada en 32.000.000- se realizó cien por ciento con recursos
genuinos y no debió contratarse otro excedente de camas por fuera de la
institución, además de la reutilización y reciclado de material en
desuso con que se contaba. También se dispone de las camas del servicio
de Emergencias y de 20 camas contratadas en el Hospital Militar -como un
reaseguro en caso que la epidemia sea peor de lo esperada.